“Tengo cáncer terminal y sé que moriré pronto. Deseo confesar mis pecados a Dios y a todos los afectados, especialmente a los que dieron a luz durante mi servicio. Encontré a Dios y estoy naciendo de nuevo ahora. No tengo nada que ocultar. Durante los 12 años que trabajé en la sala de maternidad de la UTH cambié alrededor de 5.000 bebés” dijo la mujer.
Sin embargo, según el medio local Lusaka Times, no hay registro en el hospital de que Elizabeth Mwewa haya trabajado en el centro médico durante el tiempo mencionado, por lo que iniciaron una investigación para verificar la veracidad de la historia.