En Italia, dos jóvenes turistas, un árabe con pañuelo palestino y otro judío con Kipá, sin importar el ‘qué dirán’, se atrevieron a besarse en las calles de Jerusalén.
La foto, de inmediato, se ha convertido en el símbolo en contra de la intolerancia sexual, además de ser un icono de cara al conflicto árabe-israelí.
Le puede interesar: Según la ciencia, vivir en pareja desgasta
Los dos protagonistas se dieron cuenta de lo que hacía el fotógrafo sin pedirles permiso, así que le pidieron hacerles una mejor foto de frente.
Andrés nunca pensó que su captura llegará a impactar tanto al mundo, ni mucho que trascendiera a temas de tolerancia, respeto e igualdad.
Pide a todos los que aprecien su trabajo, que nunca olviden imaginar siempre las historias más lindas tras una fotografía.