El Gobierno mexicano ha convertido el funeral de ‘El príncipe de la canción‘ en una cuestión de Estado, un avión del Ejército ha repatriado sus restos este miércoles, finalmente cremados. La guerra ha terminado o, al menos, promete una tregua.
El homenaje se ha realizado durante gran parte del día en Ciudad de México. El templo de la cultura mexicana por excelencia: el Palacio de Bellas Artes, un recinto sagrado, donde se ha despedido a Octavio Paz y también a Juan Gabriel, recibió la mañana de este miércoles los restos del cantante. Después serán trasladados a la Basílica de Guadalupe, donde está prevista una misa en su honor.
Marcela Torres, de 60 años, puso la televisión esta mañana en su casa, cerca del metro Normal (noroeste de la ciudad), para ver la transmisión del funeral. Estaba llorando. Entonces decidió acudir sola a Bellas Artes a despedirlo en persona. “Este hombre ha cantado mi vida, ¿sabe? Me acompañó a enamorarme por segunda vez”. Como ella cientos de personas, en su mayoría mujeres, han desfilado en procesión para entrar con rosas al recinto. “Este es el homenaje que vale, no los de Miami. Aquí está su pueblo”.
Román López, de 65 años, observa una de las pantallas que se han instalado a las puertas de Bellas Artes y mientras un coro entona ‘El Triste‘, comenta: “Nadie lo cantaba como él. Se nos fue una voz única”. Ha llegado junto a su hija desde la colonia Portales (al sur de la capital) hace más de tres horas y aún no han logrado entrar al recinto para despedirse del artista. “No importa. Es precioso vernos a todos acá. Él se merecía todo esto”.
En: ElPaís.com