En un reciente estudio realizado con la población estadounidense entre los 40 y 75 años, se concluye que no desayunar significa un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo son muchos los estudios pero pocas las evidencias. Se dice que desayunar ayuda a regular el metabolismo y cuando no se desayuna se aumenta la probabilidad de comer de manera más descontrolada y por ello, con mayor tendencia a aumentar de peso.
El no desayunar también parece lógico porque reduce las calorías ingeridas, además, prolonga el periodo de ayuno dentro de la conocida estrategia de “ayuno intermitente” también cuenta con ciertos beneficios sobre el metabolismo en ciertas condiciones, al mejorar diversos parámetros metabólicos y bioquímicos relacionados tanto con la inflamación como con la glucemia. Lo cierto es que hay situaciones personales, circunstanciales, patológicas y fisiológicas que son diferentes en cada quien, lo mejor es consultarlo con un especialista.