Se sentía frustrado porque no tenía el suficiente tiempo para hacerlo y por eso dedicó parte del tiempo de clase”, afirmó el padre del menor a la prensa local.
Su familia al ver que tenía talento, decidieron inscribirlo en clases de dibujo para poder mejorar su técnica. Al cabo de un tiempo, el trabajo de Whale se compartió en Instagram para que más personas lo conocieran y un restaurante llamado ‘Number 4’ se interesó en sus dibujos.
En la actualidad este talentoso niño, dedica dos horas de su tiempo cada tarde al salir de clases, para pintar las paredes del local.