Pero esto, lejos de ayudarles a tomar decisiones, los somete a una circularidad negativa, en la que se estancan, incluso por años, tratando de resolver algo, cosa que no va suceder, porque simplemente solo se han dedicado a pensar.
Cuando una persona identifica una situación problemática, sobre la que piensa mucho y actúa poco, lo único que cambia con el tiempo es el nivel de angustia que va sintiendo, pues cada vez es más y quizá lo peor es que progresivamente se va sintiendo impotente ante dicha situación.
Si vos sos de esas personas que piensa constantemente en lo difícil que se te ha hecho en la vida, a partir de un tema no resuelto, básicamente tenés dos opciones:
El tema es que estas personas que piensan mucho, a la vez suelen caminar esperando el momento correcto, la situación correcta, o que algo mágico suceda para poder resolver dicha situación,
Hay muchos razones por las que las personas no actúan: Inseguridad, problemas de autoestima, miedos, ideas sobrevaloradas, han integrado la contradicción y la ambivalencia como una norma de vida, en fin razones hay muchas.
Lo cierto es que cuando una persona se descubre a sí mismo paralizada, ante sus ideas y reflexiones, el único camino que le queda es ese cambio radical y éste requiere terapia.
Perder tiempo no es una opción, en el tanto estás estancado en el dolor, y aunque suene un poco fuerte, pero esto es realidad, vos has decidido asumir la vida desde las reflexiones sin sentido, en el tanto no se producen en acciones concretas para modificar tu historia.
Es recomendable que busqués terapia, porque evidentemente esto ya se escapa de tus manos, así que te invito a revisar si estás dispuesto o dispuesta a modificar tu historia, para ello buscá ayuda, empodérate de tal manera, que podás salir de ese círculo vicioso, que te tiene atrapado en una zona de insatisfacción.
Dr. Rafael Ramos