Cuando tenemos un hijo, una de las cosas que debemos enseñarle son los distintos hábitos de higiene. Aunque a veces pueda resultar peliagudo, son rutinas fundamentales para que los niños crezcan sanos, explica la Organización Panamericana de la Salud, afiliada a la Organización Mundial de la Salud.
Por norma general, no existe el momento de tener una conversación sobre el aseo personal, sino que se trata de una serie de costumbres que se construyen durante el día a día. Expertos en pediatría aportan las claves para inculcar importantes hábitos de higiene a los más pequeños.
1. A ducharse cada díaHay que hacerlo divertido, sobre todo para los más pequeños, explica Alfonso Delgado, director del departamento de pediatría de HM Hospitales. No obstante, el pediatra recomienda que no se les deje solos ni un momento, ya que se pueden producir accidentes graves e incluso mortales en la bañera.
Una de las dudas más comunes que surgen es “¿cada cuánto se deben lavar el pelo?”, el experto responde: “Puede hacerse diariamente durante el baño o la ducha, usando un champú adaptado a la edad y a las características del cabello del niño”. Lo más importante, afirma, “que no provoque irritación ocular porque puede generarles rechazo a este hábito”.
Sobre el momento del día, cuando son pequeños: “Lo ideal es que sea todos los días antes de cenar, porque les relaja y facilita su sueño”.
2. A lavarse los dientesDebe iniciarse en este hábito desde que son muy pequeños para que aprendan a limpiarse las encías, “incluso antes de la erupción dentaria”, indica el pediatra de HM Hospitales. Después, cuando les salgan los dientes, “deberán usar cepillos y dentífricos adaptados a su edad para lavarse los dientes después de cada comida”, aclara el experto.
Se pueden utilizar enjuague bucal para enjuagues y “lo ideal es incorporar la limpieza con hilo dental para eliminar los restos de comida por completo”, continúa Delgado. Así como no olvidar una visita al dentista cada año para detectar alteraciones en la alineación de los dientes, el calibrado de la mordida, y la detección precoz de caries.
3. A lavarse las manos
“El lavado de manos con jabón es una de las intervenciones de salud pública más eficaces y baratas del mundo para prevenir las enfermedades, así como mejorar el acceso a la educación”, aclara la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apunta a que la diarrea y la neumonía son las principales causas de muerte en niños menores de cinco años en muchos países. De ahí la importancia de inculcar este hábito a nuestros hijos que salva vidas.
Guerrero coincide en que es la medida individual más importante para evitar la transmisión de infecciones, puesto que más del 80 % se contagian a través de esta vía: “Es importante educar a los niños desde edades tempranas a que se laven las manos antes de las comidas, después de ir al baño, tras sonarse la nariz, toser o estornudar, tocar a un animal o después de jugar”.
¿Cuál es la manera correcta? Arias afirma que es importante usar agua templada y jabón, puesto que el agua sola no es suficiente para acabar con los gérmenes. Se debe frotar durante unos 20 segundos, sin olvidar las yemas de los dedos y debajo de las uñas. Después, hay que aclarar con abundante agua durante otros 10 segundos y, por último, secar con una toalla o papel desechable, si se trata de un lavabo público. Los secadores contienen muchas más bacterias que las toallas de papel.
Ambas pediatras consideran que debe ser una rutina tanto en casa y como los colegios debería incluirse como parte del programa educativo. Resaltan la importancia de enseñarles cómo deben hacerlo desde que van solos al baño para que lo establezcan como un hábito: “Podemos hacerlo con la ayuda de canciones u otro tipo material educativo como los cuentos”, recomienda Guerrero.
4. A limpiarse y cortarse las uñas
Las uñas suelen ser las grandes olvidadas, pero “no debería ser así puesto que la mayoría de los gérmenes que transmitimos con las manos se encuentran debajo estas”, aclara Begoña Arias, jefa de pediatría del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela. Para ello es esencial contar con unas tijeras o cortaúñas especiales para niños, con puntas redondeadas; además de las limas, “para dejarlas regulares y evitar hacerles alguna herida al cortar”, añade.
“El mejor momento para cortárselas es después del baño, porque se reblandecen y el niño está más relajado, o cuando está durmiendo”, aconseja Mar Guerrero, pediatra del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela. Debido a la velocidad a la que crecen, recomiendan cortarlas una vez por semana. El ritmo de las de los pies es más lento, por lo que se podrá hacer una vez al mes. También sugieren utilizar un cepillo suave para uñas, pero sin olvidar que la medida más importante es realizar un adecuado lavado de manos.
5. A limpiarse bien después de ir al baño
Cuando empiezan a ir solos al baño —sobre los 3 años–— “es importante enseñarles que la manera correcta de limpiarse, que es de adelante hacia atrás para para evitar la colonización del área genitourinaria por gérmenes fecales”, explica Arias. Se trata de una norma especialmente importante para las niñas, “ya que la vagina está en contacto con el exterior y la uretra es corta, lo que favorece la entrada de bacterias que puedan causar vulvovaginitis, además de una infección de orina”, continúa esta pediatra.
6. A mantener las axilas limpias
Tanto en el caso de las niñas como en el de los niños, el olor fuerte en las axilas suele aparecer a partir de los 8 años, explican las pediatras del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela.
Las normas de higiene a seguir son una ducha diaria, utilizar ropa de algodón y, si el olor es fuerte, inculcar el uso de desodorante, en especial tras practicar deporte. Aunque, aclaran, “es importante saber que el desodorante no impida la sudoración, pero que sí evite que crezcan las bacterias que causan el mal olor”. Las expertas recomiendan optar por aquellos en formato de barra o crema con PH neutro e hipoalergénico. Es decir, “que no contengan parabenos, aromas, alcohol ni aluminio”, aclara Arias. No se recomienda el uso de antitranspirantes porque podrían resultar agresivos, dado que los niños tienen la piel más sensible.
7. A elegir los productos de higiene para usar durante la regla
La primera regla suele venir entre los 10 y los 14 años, indican los expertos. Momento en el que toca enseñar a las niñas las opciones de artículos de higiene íntima que pueden usar cada mes. Para elegir, indica Guerrero, “lo más importante es lo cómoda que se sienta la joven, tanto desde el punto de vista físico como psicológico”.
Una duda clásica es si hay alguna edad para poder empezar a usar tampones. La respuesta es no, “se pueden usar desde la primera regla, no hace falta esperar a ninguna edad para utilizarlos. La elección dependerá de la cantidad de flujo que tenga en cada momento”, sentencia la experta. Lo que sí es muy importante es que aprenda que deberá cambiarlo cada entre cuatro y ocho horas, también en función la abundancia del sangrado.
Sobre la higiene durante los días de la regla, Guerrero afirma que “es suficiente con una ducha diaria y lavarse de forma ocasional con jabón neutro (sin necesidad de que sea “íntimo”)”. “Extremar la higiene puede perjudicar a la flora vaginal”, concluye la experta.
En: Buena Vida
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