El actor Ryan Reynolds no es ni mucho menos el único actor de Hollywood -y menos en una época plagada de adaptaciones cinematográficas del mundo del cómic- que ha tenido que echar mano de su ingenio y creatividad para poder enfundarse en los ceñidos trajes que definen el día a día de numerosos superhéroes.
Pero en su caso, y a diferencia por ejemplo del extremo cuidado con el que Tom Holland se quitaba su uniforme de Spiderman para poder ir al baño, el astro del cine consiguió acelerar significativamente el proceso para transformarse en el deslenguado Deadpool, como él mismo ha desvelado ahora, al recurrir a su adorada madre para que elaborara un ungüento especial que le facilitara la tarea.
Por suerte para él, a su progenitora no le escandalizó en absoluto ser testigo de cómo su famoso hijo -a través de su díscolo personaje- se pasa media película soltando exabruptos por la boca, haciendo gala de su lado más descarado y realizando toda clase de referencias sexuales, teniendo en cuenta que Ryan es el menor de cuatro chicos que vivieron con intensidad sus adolescencias.
“¿Que si se me permite decir palabrotas delante de mi madre? Bueno, depende de la situación, pero a estas alturas creo que ya lo ha escuchado todo. Soy el pequeño de cuatro chicos que tenían la casa revolucionada”, ha bromeado el carismático artista.
Por: Bang Media