Irene O’Shea con 102 años de edad, se ha convertido en la paracaidista más vieja del mundo después de saltar desde más de 4000 metros en un paracaídas.
Ella empezó a ayudar esta fundación desde que su hija murió a causa de esta enfermedad. Ya lleva tres saltos, el primero lo hizo cuando cumplió su primer siglo de edad.