Meghan Markle se saltó otra vez el protocolo de la realeza británica
La duquesa de Sussex realizó una aparición pública el teatro Royal Albert Hall de Londres para entregar en persona el galardón a la diseñadora británica de ropa femenina del año en Clare Waight Keller, la directora artística de la casa quien además fue la encargada de crear el vestido de la novia con el que la antigua actriz le dio el ‘sí quiero’ al príncipe Enrique el pasado mes de mayo.
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Megahn Markle, quien está embarazada, lució un aspecto radiante enfundada en un favorecedor vestido negro de la firma para la que trabaja su ya buena amiga que dejaba uno de sus hombros al aire y que de nuevo recordaba más a las elecciones que solía realizar para la alfombra roja durante su carrera como estrella de la pequeña pantalla que al vestuario generalmente conservador de un miembro de la realeza británica.
El detalle que más le llamó la atención de su estilismo fue, sin duda, el color que Meghan Markle eligió para su manicura: un tono muy oscuro en un juego con su atención que se salta la norma no está escrito que siguen la mayoría de las mujeres de la casa real por deseo expreso de la reina Isabel II, que se ha mejorado mucho más que el ‘Ballet Slippers’ de la marca.
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Catalina de Cambridge, por ejemplo, nunca se deja ver, en las uñas, pintadas, y también en esas ocasiones, en las ocasiones en que se publican. Catalina apuesta por el color rojo solo para su pedicura, que pasa más desapercibida.
Sin embargo, Megan ha sido tratado de un papel que no ha sido publicado en su libro, aunque se haya implicado en varias ocasiones saltarse el protocolo. A lo largo de su primera gira oficial de Australia, Fiji, Tonga y Nueva Zelanda, por ejemplo, se dio un paso a las características de las sandalias que se popularizaron cuando Catalina se popularizó cuando era más importante. de su ya marido. Por su parte, Megan fue un paso más allá.