Los padres de las generaciones actuales llevan la mochila de sus hijos hasta la puerta del colegio, algunos piden que no se premie a los mejores de la clase, porque esto puede traumatizar a los demás, otros hasta hacen las tareas de sus hijos. Estamos ante una generación de niños sobreprotegidos.
Eva Millet, autor del libro “Hiperpaternidad”, algunos niños cuando se caen, ya ni se molestan en levantarse, se quedan esperando a que alguien le extienda la mano y les ayude a parar. Comportamientos como estos se han convertido tema de debate público en algunos países, donde algunos legisladores se preguntan si el carácter debería formar parte del proceso de formación de las nuevas generaciones.
Según Gregorio Luri, esta no es una nueva preocupación en la pedagogía, en algunos colegios británicos han implementado la educación del carácter desde hace varios años.
En países hispanos como España o Colombia, se habla de «educación en valores», pero esta no tiene el mismo fin que la británica. El carácter está relacionada con la valentía, tener criterio y dar la cara cuando se deben enfrentar temores o reconocer errore. Luri afirma, «ahora mismo en España les fomentamos la náusea en lugar del apetito». O sea que jóvenes de ahora saben cuándo se tienen que sentir mal ante determinadas conductas, pero su carácter no los anima a ir más allá, ser ejemplo, a que sus convicciones se vean reflejadas con hechos. Si están acosando a un niño, no callarse y protegerle. Decir no a la presión del grupo.
Los padres deben ser conscientes de cuando perpetuan comportamientos de poco carácter en sus hijos. La profesora Elvira Roca cuenta como un alumno que perdió una clasificación, lloró por esto; la profesora le reclamó que no hiciera ese tió de espectáculos y al siguiente día la madre del joven estaba reunida con la docente, alegando que esta humilló a su hijo. La maestra tuvo que decirle a la acudiente que quien humillaba a su hijo era ella misma, con su sobreprotección.
La ex ministra británica de educación, Nicky Morgan afirma los rasgos del carácter son esas cualidades que nos engrandecen como personas: la resistencia, la habilidad para trabajar con otros, enseñar humildad mientras se disfruta del éxito y capacidad de recuperación en el fracaso».
Para el profesor Alfonso Aguiló los comportamientos de las generaciones actuales eran de esperarse, al ver cómo estaba siendo la crianza de estos. Anteriormente los niños debían pasar por muchas más dificultades, en cada aspecto de su vida. Muchos padres son complacientes con sus hijos, esperando darles la infancia feliz, de la que ellos carecieron.
Algunos pedagogos afirman que el carácter debe formarse para que los futuros adultos actúen de acuerdo a la moral y su ética, deben soportar la presión de ir en contra de lo que no creen y muchas veces esto solo se logra enfrentándose contra el peligro, lo austero, contra lo que muchos adultos inclusive hoy podrían llamar “vida”.
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