El estudio reunió datos de varias organizaciones, y tuvo en promedio entre 123 132 y 260 861 participantes.
A través de la “Asociación de estudios del genoma”, los científicos escanearon todo el genoma de los participantes para observar si aparecía en común enfermedades particulares, rasgos de personalidad o trastornos. Los investigadores descubrieron variantes genéticas asociadas con todo tipo de enfermedades.
Pero cuando el foco se centró en los rasgos de la personalidad, los científicos encontraron algunos indicadores genéticos que llamaron mucho la atención.
Según los datos estudiados por los científicos de San Diego, al parecer la extraversión y la tendencia a la inestabilidad emocional tienen una gran influencia genética.
La extraversión, de acuerdo con este modelo de personalidad, es una característica de las personas comunicativas y enérgicas. Y los científicos la rastrearon en el gen WSCD2 y cerca del gen PCDH15. La inestabilidad, por el contrario, se trata de cambios emocionales, cambios de humor y ansiedad, y se presentó en el cromosoma 8p23.1 y el gen L3MBTL2.
Al parecer, estos extremos de personalidad pueden tener una base genética, al menos en algunas personas. Algo que, sin dudas, puede cambiar la forma en que vemos a nuestra personalidad.