La vida nos va poner frente a múltiples situaciones, que nos causan tristezas y dolores profundos ¿Qué podemos hacer frente a esto?
- Primero, bajar los brazos y sentir que nuestras fuerzas no alcanzan para retomar la vida ¿Te agrada esta opción?
- Segundo, reconocer la crisis, vivir nuestras emociones, para luego buscar nuevas motivaciones.
Te invito a leer este otro tema: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/estrategias-manejar-tristeza-depresion/, te puede ayudar a entender el tema de la depresión y la tristeza.
Así que te invito a pensar de esta manera.
- Bendigo la tristeza que me ha hecho darme cuenta que necesito abrir mi corazón, para buscar ayuda.
- Bendigo la tristeza que me hace poner la mirada en las virtudes que poseo como ser humano.
- Bendigo la tristeza que me ha permitido saber quiénes están ahí, a mi lado dispuestos a tenderme la mano.
- Bendigo la tristeza que me ha ayudado a vencer el orgullo y la arrogancia, y me ha convertido en un ser humano más humilde, por tanto, más sabio.
- Bendigo la tristeza que me ha permitido comprender que mis decisiones pueden darle un curso positivo a mi historia.
- Bendigo la tristeza que me ha hecho ser una persona menos perfeccionista y controladora, y me han llevado a ser más flexible para dejarme sorprender por la vida.
- Bendigo la tristeza que me ha puesto los pies sobre la tierra y me hace tener más problemas reales y menos problemas imaginarios.
- Bendigo la tristeza que me hace aceptar la vida, con lo bueno y lo malo, que me hace vivir en el presente, trabajando para que mi vida sea mejor.
- Bendigo la tristeza que me ha hecho renunciar a ilusiones sin fundamento, que al final se habían convertido en un tormento.
- Bendigo la tristeza que me conecta con mi vulnerabilidad y me hace renunciar a pretender siempre ser algo que no soy, al final esto es muy cansado.
Creo que a ninguno de nosotros nos gusta la tristeza, pero puede ser una gran maestra si vemos las cosas de forma positiva.
Dr. Rafael Ramos.