Hay personas que sienten miedo, porque su pareja es abiertamente agresivo(a) en lo físico y lo psicológico, en lo sexual, en lo económico, lo que crea vulnerabilidad.
Desde ahí, se sienten que están atrapadas(os) en una situación de la cual no se tiene salida.
Cuando se tiene un miedo profundo, hay que buscar ayuda, se puede buscar apoyo familiar, si no hay apoyo familiar, se puede buscar apoyo en amigos cercanos o se puede acudir a las instituciones del Estado para buscar una intervención. La persona agredida debe buscar terapia, grupos de codependencia y dependencia emocional, en fin, cualquier alternativa que le permita romper con este círculo.
El miedo se llega a sentir cuando la pareja lo ha violentado todo, cuando transformó los “te quiero” y los “te amo”, por gritos, ofensas y dolores, convirtiendo tu vida casi en un proceso de esclavitud, en el que hay que hacer las cosas tal y como las dice el agresor o la agresora.
Es decir, se llega a pensar cómo quiere el agresor, hablar como nos dice el agresor, porque simplemente de no ser así, nos vemos expuestos a situaciones muy difíciles, esto evidentemente desplaza el amor.
En el maltrato, la violencia, no cabe el amor, cuando el miedo es la tónica diaria de tu relación, tienes que buscar ayuda y estar preparado incluso, para tomar la decisión de salir de ahí.
Dr. Rafael Ramos.