Te ha pasado, estas en una relación, que una y otra vez termina, se regresa, pasada la fugaz luna de miel es lo mismo, creo que te conviene leer esta historia, quizá te ayude a ver tu realidad de otra forma.
Estimado doctor tengo un conflicto muy grande, mi esposo y yo nos separamos, esta es como la tercera separación en serio de varios meses, ya a habido otras de unos pocos días, él empezó a buscarme y empezó a decirme que quería verme y hablar conmigo, siempre tiene exactamente el mismo discurso, de que quiere regresar yo quisiera volver con él porque lo amo mucho, pero ha sido muy difícil, él siempre me dice que no se siente bien, que no sabe si me quiere, entonces se va, no me da la opción de analizar las cosas, sólo se va, de hecho nunca he entendido por qué se va, tengo mucho miedo de darle otra oportunidad, en seis años nos hemos separado tres veces formalmente, hemos tenido varias rupturas pequeñas, siempre es lo mismo, qué debería hacer.
- Yo comprendo que sea difícil tomar una decisión cuando hay afecto, cuando una persona se acerca con un discurso emocional, nos dice te amo, te necesito, te pienso, te extraño, te quiero, te adoro, sos lo mejor de mi vida, te lo prometo esta vez va en serio, es muy difícil ser objetivo y realista.
- Si a este discurso que nos llega, adicionamos nuestra soledad, la falta que nos hace la persona, la costumbre, las necesidades emocionales, sexuales, la necesidad de compañía, entonces a veces nosotros decimos, sí está bien intentémoslo.
- Volver o no, es una decisión suya, pero cómo regresar cuando usted me dice, usted misma afirma, que al día de hoy después de tres separaciones formales y otras tantas más breves, usted aún no entiende que es lo que pasa, él le explica, no es claro, solo se va porque se siente mal, regresa porque quiere estar con usted, para luego repetir el ciclo. Desde esta perspectiva, creo que regresar es complicado, para regresar tendría que haber un proceso terapéutico que les ayude a evaluar la situación.
- Pensar en que las cosas van a funcionar, porque se quieren, es un paso motivacional, pero es emocional, esta motivación y esta emoción se tiene que traducir en acciones específicas, en planes específicos, que les permitan identificar el origen y la raíz del problema, para poder sin lugar a dudas, buscar soluciones concretas.
- De una promesa de amor no se vive, de una ilusión tampoco. No podemos propiciar múltiples rupturas, ciclos de regreso, tan sólo por emociones, tiene que haber un plan de trabajo, tiene que haber un compromiso serio, tiene que darse un conjunto importante de acciones y esto sólo se logra cuando la persona que genera el problema lo asume, cuando los dos identifican bien y reconocen el problema, le ponen nombre, y se dedican a resolver, quizá la historia sea diferente.
- Volver por emociones, es un juego muchas veces de pronóstico reservado, es una montaña rusa que termina creando heridas, si no se resuelve el problema de fondo, es muy probable que los ciclos se repitan.
Dr. Rafael Ramos